Esta etapa coincide con la última parte de una ruta señalizada del parque natural de la Sierra de Cebollera, el sendero de la vía romana, que hace el mismo recorrido entre Villoslada y el puerto de Piqueras. Se abandona el núcleo de Lumbreras por la pista forestal que coincide con el antiguo camino a la aldea de San Andrés y que pasa junto a unas naves ganaderas. Se llega a un pequeño arroyo, que se pasa y se entra en la dehesa a través de una portilla. Se continúa por una trocha entre robles cada vez mayores para cruzar el arroyo de la Cañada Ancha mediante un pontón y un puente de madera con estribos de piedra. Se inicia después una ascensión más pronunciada por un suelo de lastras rocas hasta llegar al Alto de San Andrés, a partir del cual se sale de la dehesa por otra portilla para descender hasta el pueblo de San Andrés junto a una fuente de dos caños. Ya en San Andrés, desde el Museo Etnográfico se baja por la calzada real dejando la Iglesia a la derecha, para continuar por el ramal hasta empalme con la carretera nacional. Una vez atravesadas, se desciende unos metros por una senda jalonada por una barandilla metálica para cruzar el río Piqueras por un puente de madera. El camino continúa ascendiendo ligeramente de forma paralela al río y atravesando los barrancos de Revillosa y Amenamen mediante dados de piedra y un pontón hasta llegar a un puente de madera que vuelve a cruzar el río Piqueras hacia su margen derecha. Entre pinos se asciende hasta la venta de Piqueras, después de volver a atravesar el río por un puente de piedra. Desde la venta, y por detrás del crucero que domina la explanada, se inicia la ascensión entre pinos y hayas siguiendo una ancha cañada. Al final de la ascensión por la cañada, cuando el bosque comienza a desaparecer, se llega al puerto de Piqueras a 1786 m de altitud, desde donde puede contemplarse una amplia panorámica de las vertientes riojana y soriana de la cordillera Ibérica y por donde continuaría el camino romano en dirección a Numancia.